domingo, 2 de octubre de 2011

Edipo en Colono



Œdipe à Colone (1788), de Jean-Antoine-Théodore Giroust. Un perfecto ejemplo de pintura neoclásica francesa.  Edipo, tras un largo exilio, se encuentra en la localidad ateniense de Colono, acompañado por sus hijas Antígona e Ismene. Ha recibido la protección del rey Teseo, e invocado como suplicante a las diosas Euménides. Polínices, otro de los hijos de Edipo, llega para solicitar a su padre que retorne a Tebas, pues prepara una expedición contra su hermano Etéocles, quien ha usurpado el trono. Predijo el oráculo que la victoria será para el partido que cuente con la presencia de Edipo. Éste, furioso, maldice a sus impíos hijos, quienes primero lo han desterrado y ahora lo solicitan movidos por interés político. Predice que ambos morirán por la mano del otro. Sobre todo, decide renunciar al retorno a Tebas. Elige morir y ser sepultado en Atenas, la ciudad que le dio refugio. Pocas cosas eran para un griego peores que morir en el exilio: lo atestiguan infinitos versos líricos, elegíacos y trágicos. Pero Edipo rompe con esa concepción. Elige su patria allí donde recibe la gratitud que le fue negada por su polis. 



- Guillermo Aprile

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